NO ES LO MISMO(cuento)

Mandamiento 1, mandamiento 2 y mandamiento 3 llegaron sigilosamente a la iglesia del pueblo. El viajecito había sido largo. Vestían pantalones a la moda, bufandas de colores y exudaban fragancia a María Farina. El párroco de mediana estatura, calvo y despótico insertaba por cuenta propia nuevos pecados en el sermón interminable. Dios le daba cuerda desde el cielo. Los feligreses estaban enterados de las andanzas de Dios y repetían como loros domesticados lo que el sacerdote decía. M1 con cinco minutos de celebración litúrgica ya quería irse a ver el partido del Real Madrid. Para efectos de la debida traducción M1 será siempre reemplazado en este cuento por: No matarás. Okey. M2 sacaba la mugre de las uñas de la mano izquierda y pensaba en la súbita alza de las tasas de interés anunciadas por el gobierno. M2 a partir de este momento será denominado: No desearás la mujer del prójimo. Para evitar sumas y ecuaciones inexplicables. En este cuento desde luego. M3 en cambio seguía atentamente todos los exabruptos desesperados que el clérigo despachaba en contra de prostitutas, homosexuales, mujeres y a todos los demás seres que al parecer nadie defendía. Poco a poco entraba en ira. M3 para impedir ser confundido con la marca de un dentífrico de pésima calidad será llamado: Amar a Dios sobre todas las cosas. A continuación del punto que utilizo en este instante. Comprobar que los mandamientos eran solo una norma inaplicable por lo menos en la tierra había sido la última gran discusión que se había suscitado en el cielo. Explico: la última que Dios había pactado como empate a regañadientes con M1, M2 y M3. Razón por la cual había autorizado el viajecito a la tierra para que los argumentos esgrimidos por los tres mandamientos fuesen vencidos por la realidad católica de la tierra. Craso error. En la tierra nuestros héroes bíblicos M1, M2 y M3 pensaban independientemente lo siguiente: M1; decía, 2 bobaliconas horas de misa y el Real Madrid, nada que empata. Varios aviones - bombas dirigidos por Osama Bin Laden (supuestamente) y la respuesta de los gringos masacrando pueblos (esto si debidamente comprobado), explicaba la radio, merecía una llamada al celular de Dios. Hola Señor: como va todo M1: bien para mí, mal para ti: ¿Porqué?: por lo que yo te decía, prende la pantalla de tú portátil y mira para abajo: listo M1 te voy a hacer caso por última vez: Si, supongo, señor. Dos mil pesos: que le parece joven: ratas. M2, expresaba, qué larga es ésta vaina (hacía referencia a la misa, aclaro) falta un poco de juerga, placer y juegos sensuales, se puede o no. Vaya la rubia sí que está linda. Y la morena es muy hermosa. Y la alta es preciosa. Y la bajita es un espectáculo femenino. La infidelidad es lo único que sube más que la gasolina y la pobreza, indica un informe de un periódico matutino (muy serio, dicen) ¿Quién habla?: M2. ¿Y ahora que pasó? Dios está emputado. M2 (1), Dios (0). La llamada se cortó intempestivamente. M3, señalaba, Qué mala educación, nadie le presta atención al sacerdote, ninguno escucha sus prédicas, son tan esperanzadoras, que pulcro es el amor que le profesa a Dios, mira la señora ésa, pensando en pecados de la cintura para abajo, observa al joven, no le quita los ojos de encima a la niña del vestido azul y panties rosadas, mira al niño maldiciendo al cura, qué horror, mira al señor pensando en las cervezas, y el otro pensando en las chicas de la vida, y la niña de las panties rosadas preparando en silencio la cita después de la ceremonia, qué pena, Dios, esto amerita una llamada. 312 636 9522. ¿Otra vez M2?: Cómo se le ocurre Rey de reyes, soy yo M3: qué quieres hijo: Señor esto va de mal en peor por acá: Cómo que malo, usted que es lo que está viendo: lo que usted debiera ver, señor, hasta luego. Ya el portátil de Dios daba cuenta de una derrota evidente. Apuró todo el vino de manzana. Estiro uno por uno los dedos de los pies. Escuchó a lo lejos una acalorada discusión entre varios ángeles (parecía sobre el último capitulo de “Patito feo”). Y empezó a llamar con insistencia al celular de Benedicto.

M1, M2 y M3 pensaron escribir las cartas de dimisión por separado. Pero estando las circunstancias de tal gravedad y similitud la redactaron en conjunto. Después de los saludos, la mayoría de ellos sinceros y los protocolos inevitables, la carta de renuncia más o menos exponía: Habida cuenta del gran acervo probatorio recogido en la tierra (le hacemos llegar copia en medios magnético a usted y a San Pedro) que nos hace sentir y ver de manera contradictoria frente a nuestros objetivos celestiales, presentamos a usted renuncia irrevocable a nuestra investidura, para que usted quede en libertad de crear nuevos mandamientos, mas acordes con la realidad de la tierra y con el caos de las personas que apenas estamos conociendo. Agradecemos la confianza que nos brindó en estos tres mil y pico de años de vida religiosa. Jamás olvidaremos su apoyo incondicional y todo lo rico que lo pasamos en el cielo. Saludos a todos los que pregunten por nosotros. Cordialmente: M1, M2 y M3.

Posdata: M1 rompió el tiquete de regreso al cielo. No le dolió. No sintió nada. Se divierte de lo lindo haciendo lo contrario que le obligaban en el cielo. M2, también desechó rápidamente la idea de regresar al cielo. Viaja por el mundo gozándose la vida sin colocar espejo retrovisor a nada. Su principal hobby es escribir historias de amor en las distintas pieles de las mujeres más hermosas de la tierra. Permiso para sentir envidia. M3, obviamente, dejó caer disimuladamente su tiquete en una alcantarilla fétida. Ya sufre menos con la actitud poco educada de las personas frente a las cosas de Dios. Su fe sigue a cuentas gotas. Retiró sin escrúpulos todo el dinero que le consignaron del cielo para su estadía en la tierra. Se fue de Rumba por tres semanas y llegó tarareando sin equivocaciones las letras de varias canciones vallenatas de moda. Cree que puede dedicarse a cosas materiales: empresas, politiquería, negocios, etc.

Dios en el cielo abre con bombos y platillos una licitación bastante cerrada para ofertar nuevos mandamientos para los habitantes de la tierra. Benedicto no contesta el celular. M1, M2 y M3 también cambiaron de operador.