CÓMPLICE (Poema)

Vengo de escudriñar el dolor.
Vengo a pedir justicia frente a esta cruz de clavos.
Vengo a coleccionar del cuerpo de mi hija el asco de la violación,
Las manos y las piernas con las que persiguió la esperanza,
En una bolsa negra, en la cual se lee con luminosidad, “Made in Colombia”.

Vengo para que sean el tigre díscolo que me arranque este sufrimiento
que no tiene pausa.
Vengo por las balas que me pertenecen y por la aureola de heroína
Que glorificará mi tragedia.
Vengo para que los pecados de la inocencia los registren en la biblia
De la santidad con la caligrafía del odio.

Siento el cálido metal de la pistola dentro de la boca.
Escucho un salmo ebrio de mentiras que invita al perdón.
Acuchillo el perdón. Lo dejo desangrar… Una oración cómplice, lo revive.
El cuerpo pesa 0 kilos y la vida se evade.

Exhibo la espalda para que las garras del tigre terminen la tarea,
El tigre se confunde con la sangre fresca disponible,
Observa la amplia oferta de valientes que no le temen a sus garras,
Y se va…

No tuvo fiesta de en sus quince. No conoció el mar…
Le quedé debiendo muchos te quiero. El abrazo por las mañanas…
Le aplacé el beso de las buenas noches. La ceremonia del amor a 4 manos.

Fui una de las garras del tigre…